Andalucía recorta ayudas a las editoriales mientras crecen en Extremadura

POR ANDRÉS GONZÁLEZ-BARBA. ABC SEVILLA

Domingo , 31-01-10

El sector editorial andaluz no está atravesando su mejor momento, y más desde que hace una semana se diera a conocer la noticia de la supresión por parte de la Junta de Andalucía de las ayudas de más de un millón de euros a la producción editorial, justo un mes antes de que éstas fueran concedidas.
De momento las editoriales más grandes, aunque lógicamente se verán afectadas por este recorte, tienen la intención de seguir con su misma política de publicaciones para los próximos meses. Por su parte, las pequeñas editoriales no recibían tantas ayudas públicas, por eso se tendrán que ajustar el cinturón ante la crisis en la misma forma en que lo han hecho en los últimos años.


Aún queda pendiente en el calendario la reunión que la directora de la Asociación de Editores de Andalucía (AEA), María Luisa Amores, mantendrá el próximo 9 de febrero con la consejera de Cultura, Rosa Torres. Ahí se podrían ver qué alternativas ofrecerá la Junta para paliar la supresión de estas ayudas.
Lo que sí es curioso es que hay otras comunidades autónomas como la extremeña que sí han convocado ayudas al sector editorial para este año 2010 frente a la medida adoptada en Andalucía.

Javier Alonso de la Torre es director general de Promoción Cultural de la Junta de Extremadura. Éste resalta los préstamos reintegrables de diez millones de euros que pondrá en marcha la Junta de Andalucía. Asimismo, destaca el Plan del Libro y que en Andalucía se vayan a destinar 400.000 euros para la compra de libros. En Extremadura, «este año la convocatoria de ayudas repartirá 51.000 euros, un 21% más que el año pasado». Las ayudas se conceden tras el examen por un grupo de técnicos, expertos y miembros de la comunidad cultural de las propuestas recibidas, su pertinencia, novedad y presupuesto. «Se suele conceder una media del 35-40% del coste presupuestado de la edición, lo que supone una importante ayuda para las iniciativas editoriales y posibilita, además, la edición privada de textos de interés documental o de patrimonio cultural que de otro modo no podrían ver la luz».

Microempresas editoriales

Volviendo a Andalucía, los editores no terminan de entender esta supresión en las ayudas públicas. Narciso Sánchez es director ejecutivo del grupo editorial MAD, de corte científico y técnico, en donde se inserta también el sello literario Paréntesis. Esta editorial es la mayor de la comunidad con capital íntegramente andaluz tanto en plantilla como en facturación (alrededor de 10 millones de euros anuales). Para éste, «las ayudas de la Junta son una compra de libros por valor de 800.000 euros más que una subvención. El sector editorial andaluz está formado por microempresas. A muchos editores el hecho de que la Junta le comprara unos libros les cubría el riesgo de publicarlos. Eso le va a hacer daño a esos editores. El 80 por ciento de las editoriales en Andalucía son microempresas con cinco trabajadores, y ahí sí va a afectar esta medida de Cultura». Para este experto «las cosas se han hecho a destiempo porque esta supresión se ha realizado un mes antes de que fueran a salir las ayudas y los editores no hemos tenido tiempo para reaccionar porque ya contábamos con este apoyo público y teníamos una planificación mínima para los próximos seis meses. Las alternativas de la Junta no compensan la supresión de estas ayudas». Además a esto se le añade una caída en la venta de libros en Andalucía que se prevé del 15 al 20 por ciento para 2010.

Rosa García Perea es directora de la editorial Jirones de Azul. Según reconoce, «nosotros estuvimos ya el año pasado apartados de estas ayudas, y de cuatro años que llevamos en el mercado, sólo hemos solicitado dos años las ayudas públicas». Por eso en esta editorial sus responsables creen que estas medidas de la Junta no le afectarán nada porque «nosotros contábamos ya con que esta año no nos iban a prestar tampoco ningún apoyo económico». Jirones de Azul presentó el año pasado 18 títulos en el mercado, y fueron ellos mismos los que difundieron su catálogo por las distintas bibliotecas andaluzas ya que sus libros no han sido comprados por la Junta como el caso de otras editoriales. «El problema nuestro es que en las bibliotecas se le ha dado salida a un tipo de libro que es muy concreto y no tiene nada que ver con nuestra política editorial, ya que nosotros apostamos por unos libros más comerciales y no tan especializados», dice García Perea.

La editorial Algaida ha sido de los sellos literarios andaluces más favorecidas por las ayudas económicas de la Junta de Andalucía en los últimos años, pero sus responsables consideran que sus publicaciones saldrán adelante sin dichos apoyos públicos. Según el editor de Algaida, Miguel Ángel Matellanes, «a nosotros nos va a afectar porque con esas ayudas se han protegido a autores andaluces y al desarrollo de unas líneas determinadas, como nuestra colección «Algaida XX», en donde hemos publicado a escritores de nuestra tierra de la talla de José María Vaz de Soto o Julio Manuel de la Rosa». A pesar de esto, Matellanes piensa que su editorial tiene ya 25 años y una posición económica consolidada. «Vamos a seguir nuestra actividad porque las líneas comerciales continuarán funcionando igual», reconoce. En los últimos dos años, Algaida recibió ayudas, pero sin embargo hace tres años no contó con este apoyo público. En palabras del editor, «esta medida de la Junta empobrecerá el panorama cultural andaluz porque ese tipo de colecciones que se volcaban con autores andaluces será difícil que salgan o nos lo tendremos que pensar muy bien».

Jabo H. Pizarroso es director de El Mono Azul. Ésta es una de las pocas editoriales andaluzas que están al margen de la Asociación de Editores Andaluces. De hecho Pizarroso dirige la Red de Editoriales Independientes (REI), que está integrada por El Mono Azul Editora, Cangrejo Pistolero Ediciones, La Máquina China Editorial y Autoras en Red. Según reconoce, «a las pequeñas editoriales esta medida de la Junta afecta porque se retira un poco del agua del estanque y te va a tocar algo». Aunque también admite que las pequeñas editoriales reciben menos apoyos, sobre todo en el caso nuestro, que estamos fuera de la AEA. Desde 2006 la Junta le ha proporcionado a esta editorial una ayuda en subvenciones de 5.000 ó 6.000 euros anuales, cantidad para poder editar unos dos títulos. «Es una mordida fuerte pero podemos seguir subsistiendo, si no se irá viendo», confiesa.

Rogelio Delgado es director general de Axioma, grupo en el que se encuentra RD Editores. Éste admite que «nuestro plan editorial no se va a ver afectado por la compra de los libros por parte de un organismo público. Hay un cliente, como es la Junta, que cambiará su modo de adquisición de títulos». Asimismo, Delgado dice que «probablemente la Junta pondrá en marcha otra forma de adquisición de títulos. Me imagino que a algunas editoriales les afectará más». Otra cuestión se refiere a la edición digital porque, según Delgado, «el ocho por ciento del negocio editorial español ya está en libro digital. Vamos hacia un modelo digital de comercialización, por eso creo que las editoriales que hagan una apuesta por el negocio digital estarán en el futuro, aunque eso no quiere decir que desaparezca la edición en papel».

Por otra parte, el director de Almuzara, Manuel Pimentel, comenta que «las ayudas de la Junta nos suponían a nosotros un porcentaje muy pequeño de nuestra facturación». Asimismo, este editor reconoce que «este dinero nos viene bien a todos, y es una mala noticia que se quiten estos apoyos, pero sobre todo lo van a pasar peor las editoriales más pequeñas».