ACABABA de doblar el toro de las disquisiciones sobre lo que significa el biógrafo de Belmonte y aparecía un sosias de homínido en su salsa. Estaban frescas las explicaciones sobre lo que fue y es Manuel Chaves Nogales que acababan de dar unos reputados profesionales y en éstas que un tío se desnuda con alevosía en el lugar de autos para dar un recital de perfopoesía; ha leído bien, perfopoesía, palabro que sale de la unión de performance y poesía, materia artística contra la que no hay por qué tener algo en contra. Sin embargo, sí chocaba que en La Pérgola, en plena Plaza Nueva, un tío se quedase con la única impedimenta del taparrabo. Taparrabo en singular, que nunca supe por qué le llaman taparrabos a un adminículo destinado a tapar un solo rabo. Fue en plena Feria del Libro y no es que pidamos un concierto de vihuela, pero de ahí a un rapsoda en cueros vivos debe haber un punto medio.
Fuente: DIARIO DE SEVILLA.
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