Ayer soñé que era el perro de Las Meninas.
El can más feliz del mundo. El Genghis Can.
Allí, en la corte, paso todo el día al lado de mi amo, Don Diego.
El maestro me acaricia y de vez en cuando
deja un poco de azul cobalto entre mis orejas.
Lo hace aposta.
Soy el único perro no daltónico del planeta,
mi amo no lo sabe.
Me disloca el color y el olor a pintura.
Mi amo acaricia cuando pinta.
Llevo un montón de días posando, yo no me muevo.
La enana alemana, pestilente, sí, no para.
La niña pija está cansada siempre.
Hoy han traído a un diminuto milanés,
sólo verme y ya me ha puesto un pie encima.
No aprecian el arte.
No tienen ni el más mínimo instinto.
Otro día vinieron unas personas vestidas de Reyes.
Se quedaron un buen rato mirándonos
mientras mi amo acariciaba un lienzo.
Yo aguanté estoico,
no dije ni guau.
Esto es sólo un aperitivo. Seguiremos informando.
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