martes, 6 de abril de 2010
Sobre "GRISICITUDES de SARAY PAVÓN, por FRANCISCO BASALLOTE
Sobre "GRISICITUDES de SARAY PAVÓN
Cangrejo Pistolero Ediciones, Sevilla, 2009
Por: FRANCISCO BASALLOTE
Nada hay más satisfactorio y al mismo tiempo estimulante para un viejo poeta, que ver crecer en su entorno brotes de pujante vigor, unas voces que aunque proceden desde los más profundos abismos del tiempo y del latente corazón del hombre, vienen matizadas por su intensa experiencia vital y en el timbre de su canto se modulan con certeza los acordes eternos de la auténtica poesía.
En una de sus Cartas a un joven poeta Rainer María Rilke recomendaba al joven poeta Franz Xaver Kappus: “Recurra a lo que cada día le ofrece su propia vida. Describa sus tristezas y sus anhelos, sus pensamientos fugaces y su fe en algo bello; y dígalo todo con íntima, callada y humilde sinceridad.” Y ese gran poeta andaluz que fue, que es, Julio Mariscal, le decía a quien esto escribe cuando era también un joven poeta: “…la poesía es siempre obra de claridad, de esclarecimiento, aunque necesite los arrebozos de lo oscuro,…Juan Ramón ha acertado en el concepto justo de sencillez: es decir lo neto, lo apuntado, lo justo… Emoción,… la verdadera poesía no consigue serlo hasta que deja de ser de uno para ser del lector.”
Sinceridad, claridad, sencillez, emoción, los cuatro cardinales de la auténtica poesía que definen el espacio poético de Saray Pavón (Sevilla, 1984), y marcan la certeza de una estela de luz en su opera prima, Grisicitudes. Y decimos sinceridad y la poeta habla: “Entonces el bolígrafo, tras vagar unos segundos por el papel/ deja de morderse la lengua. Las palabras ya no le dan miedo…” ¿Hay mejor autodefinición posible...? , Y decimos claridad y escribe: “Se murió en invierno, en medio de gente/ que exhibe su sinceridad a medias/ tintas y bosteza cuando la muerte/ apenas se presiente en esos días/…” Y ¿no son sencillos estos versos?: “Hace frío. / El viento se cuela/ entre los pensamientos/ y no atino a lanzar/ la última sonrisa…”. Emoción que vincula: “Los cuerpos eran instantes sin uso, / mi voz buscaba, a kilómetros/, tu guerra; dormida hablaba de ti/ mi boca e inerme latía el lucero/ de soledad…”.
Muerte, memoria, amor y desamor, son otras constantes de la eterna poesía que están presentes intensamente en Grisicitudes. En su primera parte denominada El ombligo es la primera cicatriz, la preside la negra dama en poemas de acendrada incisión: “Y se murió de pronto y sin motivo/ el grito que pende en la garganta, sin dejar escapar ni un suspiro…”, asimismo el doloroso recuerdo en éste bellísimo poema denominado Caja de Pandora: “La Plaza de San Pedro/ es mi pequeña caja/ de Pandora. /De repente, un día cualquiera, me tropiezo con un vacío/ que estuvo lleno/ de ti.” En la segunda parte Las hormonas, los cambios, hay como un descenso a la decepcionante verdad: “Hoy te escupo los versos a la cara/ La boca que besaste ya no existe…”, al abandono: “Te estoy tirando a la basura. Tus recuerdos, las fotos/ y los poemas que te escribí…”.La tercera parte Atuísmo, es un emocionante sendero de amor y desamor. Dirá “… Me anulo/ dibujando en tu carne/ un caer de mis soledades…” y volverá a la memoria: “Nos habitábamos. / Vivíamos dentro/ de nuestras pieles….”, pero “Nos despedimos un día gris, / lluvioso, yo empapelaba/ mi ciudad blanca con noes/ y tu volvías a llegar tarde…”, “…los cuerpos eran instantes sin uso…”. Para concluir en el siguiente poemita: “Pero yo lo sabía: el amor siempre acaba/ en nones”
Escrito en verso libre, alternando poemas de versos de arte mayor con otros de arte menor, en los que el ritmo interno es más patente. Tiene una tendencia a poemas cortos, con una predisposición sintetizadora que predice un ámbito certero en su camino. Su formación estética, estudia Bellas Artes, se patentiza en poemas visuales así como en un lenguaje rico en imágenes de enorme plasticidad.
Una opera prima de intensa expresividad y con una poderosa capacidad de emocionar que deslindan ya con certidumbre, el camino de una poesía viva y de calidad.
Fuente: Papel Literario
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario